ELIANIS GARRIDO - PORTADA REVISTA MÁS QUE VER.
Elianis Garrido se aleja de la polémica.
Los estigmas tienden a marcar sin dar oportunidad de mostrar lo contrario.
Pero para personas como Elianis Garrido, fuertes y berracas, eso es solo el principio de una transformación.
Elianis es una abogada que, orgullosa de sus raíces, se sumergió en el arte y , ahora, como instrutora de baile, locutora, presentadora, modelo y actriz, forja su futuro buscando un reconocimiento profesional que le permita salir del encasillamiento.
¿Cuándo te diste cuenta de que la abogacía no era el camino?
Trabajaba en una fiscalía como asistente y darme cuenta de que los puestos se movían por influencias hizo que no estuviera feliz con y del hecho de que el trabajo se tornara peligroso, hizo que no estuviera feliz con ese trabajo. Justo llegó la oportunidad en Protagonistas, no pensé que pegara tanto, cosa que pasó, entonces me quedé sin trabajo en Barranquilla, aproveché y me quedé en Bogotá.
Tus inicios en la farándula nacional fueron en un formato pólemico, ¿Cómo es estar en el ojo del huracán?
El hecho de que todo el mundo opinara de mí, al inicio, fue muy difícil. Hay que tener decisión, uno no se puede dejar afectar por todo lo que hablan, termina uno arrugandose. Tengo la certeza de que en la vida solo hago lo que me hace feliz.
¿Contenta con Dayana, tu personaje en "Sin tetas si hay paraíso"?
Imagínate, el personaje solo iba 20 capítulos, ya llevamos 120. En Estados Unidos ha sido un éxito, en una historia de paisas, ella es la única costeña y es "La costeña"... Aclaro que es lo único en lo que se parece a mi, porque es una mujer ambiciosa, sin principios, no concibe Dios ni familia, no se mide, te resumo así, no en vano le dicen "La demonia".
¿Cómo lo van a recibir los colombianos?
Estoy seguro de que será criticada, juzgada, no va a faltar el que diga, para eso es lo único que sirve Elianis. Ella (el personaje) es proxeneta, lesbiana y, para rematar, drogadicta. Es un reto muy lindo para mí, porque interpretar a alguien que no se parezca a uno me parece maravilloso. Se puede decir que van a odiar el personaje. Si, y mucho, ¿Desde cuándo?, Desde el principio, al inicio se van a divertir, pero (suspira) me van a odiar tanto...
¿Qué quieres inspirar en las personas que siguen tu historia de vida?
Admiración, que las niñas me van y digan, "si Elianis pudo, yo también", porque más bonitas que yo, todas; más talentosas que yo, muchas, pero hay mujeres, que, contando con las dos cosas, no la logran y es porque se rinden o porque no tienen la disciplina o porque se las come vivas el miedo.
¿Cómo lograrlo, cuando tus papeles envían un mensaje contrarío, con más impactos en contraste con tu vida personal y laboral?
No puedo hacer nada ahí, yo presto mi cuerpo como vehículo para el personaje, es el libretista el que se encarga de dejar un mensaje. No tengo autoridad para cambiar los textos y las acciones, me limito a seguir lo que me dicen en el libreto y el director.
En perspectiva, hay una brecha entre polémicas que se generan alrededor tuyo y la manera en que quieres que te recuerden. ¿Todo lo que hacer va en la misma dirección?
Sí, a estas alturas trato que la polémica no sea lo que hable de mi trabajo ni defina lo que soy. Intento que mi trabajo sea el que me dé los méritos. De mis personajes pueden hablar todo lo que quieran. Tengo claro que no vivo de chismes. No me suman. No me interesan. Obviamente que la gente no hable de uno es casi imposible, pero mientras menos papaya demos, mejor.
Eres novedad de "Lo Sé Todo"...
Sí, soy presentadora inventada, un día me llamaron y me dijeron que si podía hacer un reemplazo. Sara Uribe no podía, les gusté y lo primero que pregunté fue si iban a sacar a alguien, al saber que no era así, acepté. Aunque mi prioridad es "Sin tetas si hay paraíso", a mediados de abril termino grabaciones y aún no sé si mi personaje va a perdurar. Mientras las grabaciones me permitan, voy a estar en el programa. Me encanta el formato, me dejan ser yo, nunca había hecho televisión en vivo y termina siendo un reto para mí, además porque debo estar a la altura de mis compañeros.